Etica Judia

PELEAS DE TOROS



Por: Rabino Ytzjak Fadda

Pregunta: Está permitido según la halajá concurrir a un estadio para ver las peleas de toros?

Respuesta: Hace algunos años esta misma pregunta la fue formulada a Rabí Ovadiá Yosef, Shlit"a, y su respuesta transmite un alto contenido moral y nos muestra la verdadera filosofía de Israel con respecto al sufrimiento de los animales y la sensibilidad que debe caracterizar a un judío.

Obviamente, las peleas de toros constituyen una cuestión opuesta totalmente a la filosofía del pueblo de Israel, pues se trata de una práctica cruel y desalmada, ajena al espíritu del pueblo judío, como afirma el Talmud (Yebamot 79ª) Tres virtudes identifican a la estirpe del pueblo judío, son piadosos, vergonzosos y generosos.

Es sabido que la prohibición de hacer sufrir un animal se origina en la misma Torá, que nos encomienda ayudar a descargar la carga de un burro que tambalea bajo la misma (Baba Metzia 31ª). Asimismo el Talmud (Shabbat 128b) enseña que está permitido trasgredir una prohibición rabínica para salvar un animal, y sin embargo no permitieron infringir una prohibición rabínica para cumplir con el precepto de la milá -circuncisión-, como lo legisla Ramba"m (leyes sobre Shabbat cap. 6) y el Shuljan Aruj (cap. 307 inc. 5). De todo esto resulta que nuestros sabios tomaron en cuenta el sufrimiento de los animales incluso más que otros preceptos.

En este caso, se ceba y se deja sin alimento al animal para ponerlo agresivo antes de ingresar a la arena del estadio, y allí se los provoca y les clavan unas banderillas para incitarlos a que corneen y agredan. En oposición a esto, nuestros sabios enseñan que no podemos comer antes de alimentar a los animales que dependen de nosotros, como ya lo aclaramos oportunamente. Y el Talmud (Baba Metzia 85ª) nos comenta en nombre de Rabí Yehuda Hanasí -compilador de la Mishna- que se debe tener piedad incluso sobre los animales impuros, pues afirma el versículo Y Su piedad sobre todas las criaturas. Y -continua diciendo el Talmud- aquel que se apiada de las criaturas del Eterno se apiadarán de él de los cielos. Y ello fue lo que le evitó más sufrimientos al citado Rabí.

Rabbenu Hayim ben Atar z"l (en su obra Or Hahaym, Ajaré Mot) escribe que nos está prohibido matar cualquier animal, pues sólo fue permitida la "shejitá" para el consumo de la carne. Y en la obra Nodá Vihuda (obra de responsas rabínicas s. XVIII) aparece una pregunta que se le hiciera al autor, con respecto a si está permitida la caza deportiva, y respondió que está prohibida, tanto por el peligro que implica para el hombre, como por el sufrimiento que se inflige en el animal.

De acuerdo a todo lo anterior, la persona que concurre a un estadio y abona por el ingreso al mismo para observar las peleas de toros, se asocia y apoya una práctica cruel y sanguinaria, ajena al espíritu de Israel. El Talmud (Abodá Zará 18ª) afirma que la persona que concurre a un estadio o circo para observar todo tipo de prácticas vulgares, está compartiendo el lugar de los burlones -moshab letzim-, lo cual supone una grave trasgresión, como afirma el versículo: Dichoso el hombre que no anduvo en el consejo de los malvadosni estuvo en el camino de los pecadores, ni en el asiento de los escarnecedores se sentó sólo en la ley del Eterno está su voluntad (Tehilim 1). Explica Rash"i al respecto, que se trata de los estadios en los que se presencian peleas de toros. Más adelante el mismo Talmud nos dice: Enseñó Rabí Shimon ben Pazi, "dichoso el hombre que no anduvo en el consejo de los malvados", nos habla esto de los estadios y los teatros de los gentiles; "ni estuvo en el camino de los pecadores", hace referencia a la caza de animales con perros de caza, pues todas estas acciones son vanas y crueles. En la obra Or Zarua (tomo 2 tratado sobre Shabbat cap. 83), escribe que la persona que caza animales utilizando perros de caza no ameritará participar de la gran comida del Leviatán -preparada por el Eterno para la época Mesiánica-, como aparece en el Midrash Rabba Vaikra cap. 13, 3).

Concluye Rabbenu Ovadiá Yosef, Shlit"a, por lo tanto, que está absolutamente prohibido según la ley de Israel concurrir a esto espectáculos en los que se llevan a cabo prácticas crueles y banales con animales, pues inducen la maldad y la crueldad en las personas que lo observan, y no es esta la conducta propia de un integrante del pueblo de Israel.

Dichosos aquellos que evitan estos espectáculos y difunden la prohibición de concurrir a estos lugares.


Por la LEILUY NISHMAT de SHELOMO BEN FARIDE y ESTHER BAT NAZLI

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