Donde hay una Intención, hay una Razón

Por Yossy Goldman

¿Por qué ciertas personas encuentran satisfacción en el Judaísmo, mientras otras lo encuentran sumamente aburrido? ¿Por qué la fe es apasionante para unos e irrelevante para otros; un deleite para un tipo y una pesada carga para otro? Alguien no se imagina yendo a trabajar sin ponerse primero tefilin y otro no ha visto sus tefilin desde su Bar Mitzvá hace 40 años. Una mujer no ve el momento de ir a la sinagoga y la otra, de irse.

¿Por qué?

Esta semana leemos sobre la gran mitzvá de fe: la Vaca Roja. Es un precepto cuya razón todavía sigue siendo un misterio. Debo admitir, que tomar las cenizas de una vaca roja y esparcirlas sobre una persona para que pueda lograr purificación espiritual es, de hecho, bastante increíble.

Según el Midrash, el Omnipotente le prometió a Moisés que Le revelaría el significado secreto de esta mitzvá, pero sólo luego de que Moisés la aceptara, desde el principio, como un decreto Divino. Si la acepta primero desde la fe, luego vendría la comprensión racional.

La verdad es que hay respuestas prácticamente para cada pregunta que puede tener la gente sobre Judaísmo. Los escépticos inteligentes que me encuentro, a menudo se asombran de que lo que ellos habían siempre catalogado como un ritual vacío es realmente filosóficamente profundo y de un gran significado simbólico. Pero el escéptico tiene que estar listo para escuchar. Uno puede escuchar la explicación racional más elocuente, pero si no está mentalmente preparado para aceptar que esto puede que valga la pena, es posible que ni se impresione. Una vez que dejamos de resistirnos y aceptamos que tiene validez, de repente, el Judaísmo cobra todo el sentido del mundo.

Es un hecho psicológico que nosotros podemos aprehender lo que sinceramente deseamos entender. Pero si hay algo en que no tenemos interés, entonces nos toparemos regularmente con bloqueos mentales. El sexto Rebe de Lubavitch, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, dice que esto explica el por qué algunos excelentes hombres de negocios pueden sentarse a una clase de Talmud y lidiar para entender principios básicos de razonamiento rabínico. ¿Por qué será que la misma persona que puede preparar los planes más inteligentes en la sala de juntas, no logra seguir la lógica en una clase de Talmud? La respuesta, dice el Rebe, es que este hombre de negocios realmente no está interesado en el tema. ¡Pero si fuera la mitad de importante para él, como lo es ganar plata, hasta podría volverse un Rosh Ieshiva (director de una ieshivá)!

Así, del mismo modo que Di-s le dijo a Moisés que llegaría a comprender el significado de la Vaca Roja, sólo luego de aceptarlo, hoy en día, aquéllos que genuinamente desean entender el Judaísmo tendrán éxito, sólo si primero "compran" el producto en algún nivel.

Cuando estaba estudiando en la Ieshivá, siempre trataba de asistir al Encuentro Anual de Fin de Semana de Jabad con estudiantes universitarios. Estos encuentros se organizaban para exponer a los estudiantes judíos al judaísmo durante un Shabat, donde había conferencias de rabinos y académicos religiosos. Cierta vez, un hombre joven le gritó al disertante: "¡¿Cómo pretende que me ponga tefilin si no creo en Di-s?!". El orador serenamente contestó: "Primero póngase tefilin y le prometo que descubrirá que realmente cree en Di-s."

Todos tenemos fe en Di-s dentro de nosotros. Solo necesita ser revelada. Puede sonar ilógico, pero si empezamos a observar una mitzvá, encontramos que nuestra fe la llevará a cabo y empezará a florecer. Una y otra vez se ha demostrado que esto es una verdad. Si no estamos interesados, ninguna respuesta será lo suficientemente buena. Si buscamos la verdad auténticamente y somos objetivos, habrá abundantes y significativas respuestas.

Cortesia de: Chabad.es

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