El tema del aborto es bastante
complejo, él Dr. Daniel Eisenberg dice lo siguiente al respecto:
“La opinión judía tradicional del
aborto no encaja en ninguno de los "bandos". Ni prohibimos
completamente el aborto, ni permitimos el aborto indiscriminado”.
También los Mekubalim tienen una
amplia variedad de opiniones al respecto.
Desde el punto de vista de la ley
judía existen factores a tener en cuenta, los cuales indudablemente deben estar
sustentados por una opinión médica.
El Doctor Eisenberg añade lo
siguiente:
“Como norma general, en el
judaísmo el aborto está permitido sólo si existe una amenaza directa para la
vida de la madre por llevar el feto a término o por el parto mismo. En tales
circunstancias, el bebé se considera equivalente a un Rodef, un 'perseguidor' (Maimónides,
Mishne Torá, Leyes de Asesinato 1:9; Talmud Sanedrín 72b)
"que va tras la madre con la intención de matarla".
No obstante, como se explica en
la Mishná:
“Si fuera posible salvar a la
madre mutilando al feto, como por ejemplo amputándole un miembro, el aborto
estaría prohibido. A pesar de la clasificación del feto como un perseguidor,
una vez que la cabeza del bebé o la mayor parte de su cuerpo ha salido a través
del canal de parto, la vida del bebé se considera igual a la de la madre, y no
podemos elegir una vida por sobre otra, porque se considera como si se
persiguieran el uno al otro”. (Ohalot 7:6).
Un tema bastante debatido por los
Rabinos es el caso en que la madre sufra de enfermedades mentales, esto
relacionado con la gravedad misma de la enfermedad la Enciclopedia
Judía de Ética Médica analiza este aspecto, por lo cual siempre será necesario
que se consulte a un Rabino experto en el tema.
En el caso que él bebe tenga
alguna deformación El Rav Waldenberg considera lo siguiente sobre
este aspecto:
“Permite el aborto en el primer trimestre de un
feto que nacerá con una deformidad que le ocasionará sufrimiento, y el aborto
de un feto con un defecto mortal como el Síndrome de Tay-Sachs hasta el séptimo
mes de gestación”. Tzitz Eliezer, Volumen 13:102.
El Rabino Rafael Cohen explica en
su libro “Leyes Matrimoniales” Pagina 272 lo siguiente:
“Una mujer que ha sufrido un
aborto natural deberá entender de que ella se encuentra en un nivel espiritual
muy elevado. Podría ser por ejemplo, que el alma que retorna a la Corte
Celestial perteneció a una persona muy justa que cometió un pecado tal como la
profanación accidental de Shabat. Del cielo decretan que deberá reencarnar por
un periodo corto y morir con una equivalente a la lapidación. Esa mujer
meritoria ha sido elegida para perder el bebé, que de hecho es esta persona
piadosa que, al caer, recibe el castigo de Sekila (Apedramiento) y a
continuación puede ingresar al paraíso de inmediato”.
Asimismo, el Pele Yoetz escribe
lo siguiente:
“El sufrimiento o la muerte de
bebés o niños se debe a los pecados de los padres. HaShem envía a los padres
una Neshamá que merece la pena de muerte y simultáneamente, los padres reciben
el sufrimiento que merecían a su vez, cuando sientan el dolor de su partida”.
(Guilgul).
Todo lo relacionado con el tema
del aborto debe ser bajo la accesoria de un Rabino, es recomendable no tomar
decisiones a la ligera.
Tomado Del Libro "La Pureza De Las Hijas De Israel".

Comentarios
Publicar un comentario