LA PACIENCIA


Por: Boaz Fariñas 

Debemos hacer lo máximo posible en esforzarnos en desarrollar nuestra paciencia, aun cuando se presenten situaciones imprevistas.

Para poder cumplir con este punto es necesario tomar medidas para evitar perder la paciencia.

Trae Berajá ser paciente

La  Guemará  cuenta  (Irubín  54  b)  sobre  Rabí  Farida  que  tenía  un  alumno  que era  duro  de  entendimiento  y  no  entendía  lo  que  estudiaban  con  él  hasta  que se  lo  enseñaban  cuatrocientas  veces.

Un  día  Rabi  Farida  tenía  que  ir  cierto lugar  ,  empezó  a  estudiar  con  él  cuatrocientas  veces  que  estudiaban  a  diario y  no  entendió  el  alumno.  Le  preguntó  Rabí  Farida  ¿qué  hay  de  diferente hoy?,  le  dijo  ese  alumno,  el  Rab  tiene  que  salir  y  temí  que  el  Rab  se  vaya  y no  me  concentré  en  el  estudio.  Le  dijo  Rabí  Farida  concéntrate  y  yo  te enseñaré  nuevamente  cuatrocientas  veces,  salió  una  voz  del  cielo  y  le  dijo ¿qué  prefieres  que  te  agreguen  otros  cuatrocientos  años  o  que  tú  y  toda  tu generación  amerite  al  mundo  venidero,  dijo  Rabi  Farida  que  él  y  su generación  ameriten  al  mundo  venidero,  dijo  una  voz  del  cielo,  tú  y  toda  su generación ameritarán  al mundo venidero  y  también tendrás largos días.

Siempre saludamos “Shalom” como todos sabemos uno de los significados de esta palabra es “Paz” eso quiere decir que cuando decimos Shalom! Estamos diciendo paz, pero no solo la decimos si no que también la damos entregamos nuestra paz nuestro shalom.

La paz es un reflejo de nuestra tranquilidad, para todas las áreas de nuestras vidas, si nos enfrentamos a un problema y ese problema no tiene solución (Jas VeShalom) ¿que logramos con estar intranquilos? ¿Modificara la situación que se presenta? Y si tiene solución ¿porque estamos intranquilos?

Necesitamos de tranquilidad mental para poder avanzar en nuestro estudio de Torah, para desarrollar buenas relaciones interpersonales, en la vida de pareja y en todas los aspectos de nuestra vida.

Debemos evitar situaciones que nos pongan nerviosos, que nos pueda hacer perder la paciencia (Jas VeShalom). Por ellos debemos evaluar las situaciones a ver si en realidad esa situación merece la pena ponernos en estados de nerviosismo.

Trabajemos en ser buenos y mejores judíos cada día.

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